Aunque tanto la piel como la arcilla puedan presentarse como finas capas, no son sólo superficie, sino que elementos profundos que, de manera amplia, son la expresión viva y constante del presente.
Vicente Prieto Gaggero
La alfarería es un arte casi tan antiguo como la humanidad misma, siendo testigo de los contantes cambios, avances y retrocesos a los que la especie humana se ha enfrentado, reaccionando y adaptándose a éstos. Al igual que la piel, que proviene desde el mismo tejido fetal que el cerebro, la arcilla emerge desde lo primario – la tierra –, y su condición elástica y resistente narra nuestra historia, tanto personal como colectiva, reteniendo información y la memoria.
Es a partir de la experiencia de haber cubierto su propia piel con arcilla que Vicente Prieto Gaggero llega a esta reflexión, creando experimentaciones particulares que dan forma a pensamientos y emociones despertadas al contrastar nuevas metodologías y la expresión primitiva del material.
Tal como nuestros antepasados precolombinos, el artista crea piezas cerámicas antropomórficas inspirándose en el trabajo de las culturas Mochica, Tolima y Veracruz, entre otras. Sin embargo, y atestiguando los tiempos que vivimos como humanidad, Prieto Gaggero formula piezas que bien podrían ser cabezas humanas con mutaciones ciborg derivadas de marcas comerciales, símbolos políticos, herramientas y artefactos contemporáneos, parte de una sociedad centrada en el consumo y la hipervigilancia, evocando al neo-pop y el cyberpunk. Y, tal vez, en un futuro quizás no tan lejano de nuestra civilización, éstas pudieran ser piezas arqueológicas que, al igual que hoy, dieran testimonio de nuestros tiempos.