Mediante el óleo sobre tela, madera y papel, Cocó Caballero presenta relatos oníricos de vivencias ligadas a los miedos y fobias desarrolladas en la niñez pero que, desde los confines del subconsciente, se asoman como destellos en la vida adulta.
Con una estética naíf, la artista pinta niñas y mujeres de las que emergen filosos dientes y grandes garras en manos y pies que actúan como mecanismos de defensa ante situaciones de temor irracional. En algunos casos, objetos transicionales, como osos de peluche premunidos de armas de fuego, se transforman en apoyos emocionales, como una suerte de vigilantes del subconsciente. El uso de matices claros y vivos contrasta con acentos de colores fuertes, generando un contrapeso que aliviana y otorga una dimensión lúdica a sus composiciones.
Por otra parte, escenas de actividades cotidianas, como amasar pan, bordar o compartir en familia, se presentan como espacios de sosiego y tranquilidad que nos permiten sobrellevar los avatares de la vida. Estas son temáticas que la artista ha desarrollado desde hace algunos años, a partir de sus series Miedos y Terapias, las que profundiza en La Fuga de Psique. Tal como en la mitología griega Psique emerge del Hades, esta vez los personajes de Cocó Caballero comienzan a enfrentar sus miedos.