DESPERTÉ LLENO DE PRESAGIOS: UNA ODISEA ESPACIAL
Coco González es un artista neo-conceptual y neo-pop, creador, productor, editor y reciclador de imágenes propias y ajenas. En su práctica, la necesidad de recuperar las imágenes lleva implícita su extinción: ya no sólo como ícono, sino como materia, como cuerpo que se desgasta y se transforma. Desde la pintura al óleo y la gráfica, ha desarrollado durante más de treinta años una obra que retrata y autorretrata la vida cotidiana, social, cultural y política de Chile.
Formado en la Universidad de Chile y a la vez autodidacta en la construcción de un camino propio, González entiende la imagen como biografema: huellas visuales que marcan trayectorias vitales y colectivas, que se comportan como “seres con vida propia”, acompañándonos como familiares en la memoria personal y social. En este universo, las jerarquías entre alta y baja cultura se disuelven: todas las imágenes —obras de arte, fotografías o registros digitales— se igualan en su circulación por pantallas, dispositivos y soportes.
En su ejercicio plástico, las imágenes son reapropiadas, recortadas, editadas, desmaterializadas y rematerializadas como pinturas sobre tela, papel o muro. Sin pedestal y sin autor exclusivo, adquieren una nueva existencia social. Recordar y recortar se convierte así en un gesto de desprendimiento: una renuncia a las certezas para permitir que los códigos y mensajes de esas imágenes encuentren otra oportunidad de habitar la contemporaneidad.
La exposición Desperté lleno de presagios propone un recorrido en cinco ámbitos, desplegados en más de 250 m², que reúne cerca de 120 obras, objetos de colección y videos. Estos ámbitos se presentan como imágenes-materia viajeras, que revisitan con humor, acidez y ternura imaginarios personales, colectivos y colaborativos de la cultura occidental y de contextos diversos. Cada sala, a partir de su título, funciona como un capítulo de un silabario cultural en expansión constante.
El proyecto destaca, además, por el diálogo colaborativo con palabras y objetos aportados por amigas y amigos del artista, así como por la edición de videos realizada por Gonzalo Medel y Alex Letelier. A ello se suma la participación del artista y realizador boliviano Harold Céspedes, con la obra Disco de piedra (2024), que enriquece y expande las resonancias de esta odisea visual.
Más que una retrospectiva, Desperté lleno de presagios es un viaje iniciático que oscila entre la memoria y el olvido, entre lo aurático y lo gastado, entre lo íntimo y lo colectivo. Una cartografía de imágenes que, desjerarquizadas y recontextualizadas, nos invitan a experimentar lo que significa vivir —y sobrevivir— en un tiempo saturado de signos.
Ramón Castillo, curador
Santiago, Octubre 2025
