Ali Elmacı · Andrea Wolf · Armando de la Garza · Axel Ríos · Bruna Truffa · Carlos Gallardo · Carlos Damacio · Carolina Muñoz · Cecilia Avendaño · Chiachio & Giannone · Claudia Peña · Claudia Vásquez · Cocó Caballero · Coco González Lohse · Elías Santis · Fabio Castro · Fernanda Núñez · Francisco Uzabeaga · Johans Peñaloza · Juana Gómez · Juvenal Barría · Mara Faúndez · Marcela Serra · Marino Balbuena · Mauricio Garrido · Miss Van · Nicola Verlato · Paloma Castillo · Rolankay · Simón Sepúlveda · Ulises Mazzucca · Vicente Prieto Gaggero · Vicente Ruiz · Víctor Castillo · Wladymir Bernechea
La Casa por la Ventana
“Y no será esto ‘vivir’:
¿Ser cambiado por nuevas vivencias
que llevan a nuevas decisiones
y nuevas acciones?”
Vilém Flusser (1981)
La Casa por la Ventana nos convoca a una fiesta en casa, con viejos y nuevos amigos que han tenido alguna relación preciosa con esta galería. Desde sus inicios, la coreógrafa y gestora cultural Isabel Croxatto ha propuesto vivir con arte a quienes han sido parte de este proyecto, buscando desdibujar los lindes entre el espacio en que el arte se exhibe y el espacio en que el arte habita. Allí, en su casa, los objetos que la rodean se han vuelo materias parlantes, vivientes, transmisores de experiencias, de historias e ideas. Lo señala Vilém Flusser en sus conferencias sobre Cómo explicar el arte (1981): “Cada tipo de objeto desafía, a su manera, mi intención de traspasarlo con el fin de alcanzar, a través de él, al otro”. Si bien ese otro podría ser un objeto, propiciando una cadena de contactos entre un objeto u obra de arte y la siguiente, pienso que, en este caso, ese otro es también otro humano, espectador y visita. Las voces de los objetos de arte buscan siempre encontrarse con alguien a quien tocar, a quien remecer, alguien que les permita quedar en su memoria, en sus células y, con ello, transformar su estar-en-el-mundo. Desde allí que el arte puede ser entendido como un método de conocimiento y de modificación del mundo (Flusser, 1981) y, de esa forma, llevarnos a vivir culturalmente atravesados por saberes y formas que constituyan nuestro habitar y nuestra forma de ser y estar. Al encontrarnos inmersos en el arte, éste tiene la posibilidad de deslizarse fácilmente a lo más íntimo de nuestras vivencias, a nuestros sueños, gestos, deseos y pensamientos.
En el presente somos llamados a reconocer que nuestras acciones tienen un alcance mucho mayor de lo que podemos ver; las obras de arte nos enseñan mucho de eso. En estos diez años de existencia que celebramos hoy, Isabel Croxatto Galería ha ido encontrando distintas estrategias de control y descontrol, propias del ritual del arte. En ellas, la galería funciona como una suerte de espacio performativo, coreográfico, en que se toman una serie de convenciones de las artes visuales para poder introducir nuevas experiencias camufladas. En esta ocasión, La Casa por la Ventana propone la creación de experimentos escénicos a tiempo real, donde el montaje de la exhibición nos permite reconocer y recordar a aquellos artistas que son parte de su historia, y de su futuro, y cuyas obras han inspirado diversas preguntas en torno al poder del arte.
Como lo señala el escritor Joseph Campbell (2017):
“La exuberancia animal, el misterio del juego, es muy cercano (si no idéntico) al impulso básico del genio en las artes. El poder del gran arte para purgarnos y liberarnos, por un momento, de la melancolía selvática de la humanidad hambrienta, asustada o tristemente aburrida, proviene de su trascendencia de las emociones biológicas habituales”.
Dicho de otra forma, esta exhibición propone abrir la pregunta sobre la forma en que los artistas introducen códigos en la materia para volverla translúcida, para mostrar su potencial ontológico, aquel que hace posible alcanzar al otro. Puesto a que los mensajes artísticos transmiten modelos para la vivencia de lo concreto y afectan en niveles profundos de la red (Flusser, 1981), hacer una obra de arte es interferir directamente con el reino de las causas y los efectos; lo que nos dice algo muy profundo de la estructura de como son las cosas, y de cómo los objetos nos exceden. Puesto a que no podemos explicar la causalidad del arte, sus efectos se comportan simplemente como un hechizo de encantamiento.
En ese sentido, los y las artistas que constituyen esta exhibición: Ali Elmacı, Andrea Wolf, Armando de la Garza, Axel Ríos, Bruna Truffa, Carlos Damacio, Carlos Gallardo, Carolina Muñoz, Cecilia Avendaño, Chiachio & Giannone, Claudia Peña, Claudia Vásquez, Cocó Caballero, Coco González Lohse, Elías Santis, Fabio Castro,Fernanda Núñez, Francisco Uzabeaga, Johans Peñaloza, Juana Gómez, Juvenal Barria, Mara Faúndez, Marcela Serra, Marino Balbuena, Mauricio Garrido, Miss Van, Nicola Verlato, Paloma Castillo, Rolankay, Simón Sepúlveda, Ulises Mazzucca, Vicente Prieto Gaggero, Vícente Ruiz, Víctor Castillo y Wladymir Bernechea, comprenden la fuerza de reconciliar la dimensión originalmente estética del ser humano y su innata vocación creativa. En sus obras emerge el propósito de significar el mundo, de mediar entre nosotros y tal o tales mundos, de estremecernos para volvernos a ese espacio afectivo, amoroso y mágico del que dependen nuestras enmarañadas relaciones. La Casa por la Ventana es la danza de como entramos en la obra, y de como ella nos atraviesa y nos habita.
Carolina Castro Jorquera, curadora e investigadora.
Mayo 2023.
Referencias:
Campbell, J. (2017). The Ecstasy of Being: Mythology and Dance (The Collected Works of Joseph Campbell) (p. 48). New World Library.
Flusser, V. (1981). Conferencias Cómo explicar el arte (Gabriel Borda, Galería Paulo Figueredo). Flusser Studies.